El chico de 19 años de Juventud Unida de Alpachiri es una de las figuras del torneo. El análisis de Nicolás Pérez.

Con solo 19 años Alex Negrete es la promesa de la zona Patagónica. No hay dudas de ello. Desembarcó en territorio pampeano para unirse al proyecto de CAJU y de esa manera disputar el Torneo Federal de Básquetbol. Es la continuidad de un proceso que este año tuvo tres satisfacciones, la última ayer, ante Ferro de Pico.

Surgido del Club Empleados de Comercio de General Alvear, provincia de Buenos aires, ciudad natal donde dio sus primeros pasos, para luego emigrar a Racing de Olavarría y poder cumplir con el proceso desarrollo deportivo correspondiente a su edad.

Alex es talentoso, elegante y tiene un biotipo ideal. Con 195 centímetros, simplifica cada una de las acciones. Tiene brazos largos, es rápido de manos y le permiten destacarse en ambos lados del campo. Su control y dominio de balón más la vista periférica colaboran en su rol de base. Posee una gran lectura del juego y acierta en la toma de decisiones individuales y colectivas, desplegando toda su magia. Además, es capaz de deleitar a los aficionados en cada uno de sus compromisos dentro del rectángulo de juego.

Ofensivamente lidera con naturaleza siendo el principal referente como generador de juego. Posee un abanico de recursos que le permiten obtener variantes en la búsqueda del gol, sea desde el tiro, con buena mecánica y velocidad en su ejecución, saliendo desde los bloqueos indirectos con cambio de ritmo para obtener la ventaja necesaria con su defensor y poder concretar con el objetivo.

Su principal virtud, ayudado por el estilo de juego que propone Juventud Unida, es cuando se encuentra con el campo abierto en contragolpe. Puede ser con bola en mano, o desde la posición del alero, le permite romper con facilidad luego de una descarga.

Es capaz de ser letal para el rival en su primer paso apoyando la bola al piso para elevarse de manera natural, con previa utilización del euro step (recurso ofensivo que utilizaba Manu Ginóbili) y posteriormente descansar la bola encima del aro en tierra de gigantes, como si nada raro hubiera pasado.

En cuanto a los aspectos defensivos, es rápido de manos y con una postura que le permite ser eficaz. Es un jugador que siente la defensa, mete presión en las primeras líneas, incomoda a los rivales, y en los lados de ayuda se lo ve siempre bien ubicado, listo para saltar y rotar en función de donde se encuentre. Su naturaleza en el salto le permite llegar bien arriba en caso de buscar un bloqueo.

Sin dudas que el camino de Alex recién comienza. Su constancia y profesionalismo generando buenos hábitos deportivos que perduren con el tiempo, podrán colaborar con su desarrollo. Y se verá si su destino se escribe en otras competencias, aunque todo parece indicar que tiene un gran horizonte por delante.

Por el momento y desde aquí, en un básquetbol pampeano que intenta consolidarse en la zona, lo seguimos disfrutando.   

Nicolas PÉREZ
Entrenador de Básquetbol - ENEBA II.