Hace unos días volvió a aparecer un animal vacuno mutilado en un campo ubicado a unos 30 kilómetros al sur de la localidad de Jacinto Arauz, tras observarse luces extrañas en las inmediaciones.

Jorge Román, aficionado y seguidor de este tipo de episodios, convencido que se trata de hechos ajenos al conocimiento terrestre, dio a conocer la novedad en su cuenta de Facebook. Manifestó que en el lugar se encuentra un hombre trabajando y donde ha instalado su campamento.

«Desde allí pude ver una luz tenue en movimiento debajo de otro objeto luminoso de mayor intensidad que se encontraba suspendido en el aire. Poco tiempo después las luces se fundieron en una sola y se alejaron del lugar a gran velocidad», le dijo el testigo.
Continuando con el relato manifestó que «al día siguiente retomó su trabajo y a unos 500 metros del campamento encontró un animal mutilado, como tantos otros en el mundo entero.

El hombre estaba acompañado por su perro, que en ese momento comenzó a ladrar. Acercó a su mascota hasta el cuerpo de la vaca muerta para que comiera algo de su carne, pero este no quiso aproximarse. Unos días después, siguiendo con su trabajo en los alrededores, pudo constatar que el cuerpo del animal seguía estando exactamente igual».

En su apreciación, Román expresó: «Si bien nosotros producimos medicamentos con partes glandulares de animales, no poseemos medios tecnológicos para realizar cirugías de tanta complejidad. Menos aún a la intemperie y sin dejar huellas. Los animales parecen haber caído al suelo como bolsa de papas».

«Llama la atención que los animales carroñeros no se les acercan, posiblemente por efecto de algún tipo de antiséptico con el que habrían sido untados. Esta podría ser la causa por la cual se demora la descomposición del cuerpo del animal mutilado. También nos protegería de bacterias foráneas», agregó.