"Aquí hay algunas cuestiones muy duras para leer, de las cuales no conocíamos siquiera su existencia" reconoció Fernando Urquizo (52), sobrino de Mario y Analía Urquizo, dos hermanos oriundos de Alpachiri que fueron víctimas del terrorismo de Estado en la última dictadura cívico militar.

Durante una ceremonia celebrada ayer, la Subsecretaría de Derechos Humanos hizo entrega de sus legajos a la familia, como acto de reconocimiento y reparación histórica.

Fernando hizo un pormenorizado relato de la historia familiar: contó que los Urquizo "eran tres hermanos, de los cuales solo sobrevivió mi padre, dos años mayor que Mario, quien falleció en el año 2000" y que su abuela "Sarah, no descansó nunca y luchó siempre por conocer la verdad". "Ambos habían ido a estudiar a Rosario: mi tío 'Negro' tenía 26 años y Analía 22. Estudiaban y militaban en el peronismo revolucionario y me acuerdo muy bien de ellos, aunque tenía solo siete años cuando fueron asesinados", recordó.

La documentación sobre las víctimas del terrorismo de Estado forma parte de la construcción del proceso de Memoria, Verdad y Justicia. Mario Urquizo estudiaba Medicina en Rosario y trabajaba en la Caja de Ahorros. Analía estudiaba Psicología y estaba casada con Daniel Rocche, dos años menor que ella y acribillado por una patrulla militar el 15 de enero de 1977.

Al día siguiente asesinaron a Mario y el 26 de enero fue ejecutada Analía, quien probablemente estaba embarazada. Los tres habían sido secuestrados algunos días antes y el gobierno militar informó que habían muerto en un mismo enfrentamiento. Los restos de Mario y Analía fueron trasladados a Alpachiri y sepultados en silencio.

Cuerpos cambiados.

Los represores que secuestraron, torturaron y asesinaron a los pampeanos Mario Julio y Analía Teresa Urquizo fueron condenados a prisión perpetua en el año 2020, por el el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario, en el contexto de una causa de lesa humanidad conocida como Feced III y IV. En un fallo que condenó a diez ex policías, cuatro fueron hallados encontrados culpables por homicidio, privación ilegal de la libertad, desaparición forzada, amenazas y tormentos de los hermanos Urquizo.

Durante un largo proceso en busca de justicia, la familia padeció además otros sufrimientos, como la verificación, en noviembre de 2018, de que Analía estaba enterrada en un cementerio de Rosario. Pocas semanas antes de esa revelación, el Equipo Argentino de Antropología Forense había comprobado que los restos depositados en el cementerio de Alpachiri eran de Marisol Pérez, una desaparecida.

Después de 41 años, la familia Urquizo comenzó a sospechar que en el cementerio de Rosario, donde habían sido asesinadas el mismo día, estaban sepultados los restos de la pampeana. La familia había recibido su cuerpo 1979 y la confusión quedó al descubierto porque las muestras de ADN sobre los cuerpos encontrados en Rosario siempre daban negativo respecto a Iris Pérez. La hermana de Marisol descubrió durante los juicios que en muchos casos a los familiares no les entregaban el cuerpo correcto.

"A mediados de 2015 presentamos en la Fiscalía una nota donde desarrollamos la hipótesis de que esa familia llevó el cuerpo de Marisol y no el de Analía. En esa presentación pedimos que se exhumara el cuerpo y se confrontara con nuestro ADN. El EAAF sacó una muestra del cuerpo, lo confrontó y dio positivo. Evidentemente hubo una confusión" había contado Iris. Finalmente, iniciaron un camino judicial para exhumar el cuerpo enterrado como Analía Urquizo en La Pampa, a la par que la familia de Alpachiri hacía lo mismo con Analía.