El cierre de las agencias del Banco de La Pampa en Alpachiri y Doblas generó malestar en la clientela de esas dos localidades y el intendente Muller elevó una queja a la Secretaría de Asuntos Municipales en la que habló de «discriminación y falta de respeto» hacia esa población.

El BLP cerró la sucursal Macachín, de quien dependen estas dos agencias, por la aparición entre su personal de sospechas de coronavirus y reabrió sus puertas el lunes con una dotación renovada de personal ya que los agentes habituales permanecen en aislamiento preventivo.

Las gestiones del intendente Rubén Müller resultaron infructuosas y ayer el jefe comunal en diálogo con este diario describió algunos hechos que lo llevaron a fuertes roces con el gerente de la sucursal Macachín. Esto, más algunas quejas anteriores sobre el funcionamiento de la agencia local, motivaron su queja al gobierno provincial, mientras que desde el Banco prefirieron, ante la consulta de esta redacción, no hacer comentarios.

En Doblas, fuentes seguras de la localidad indicaron que desde la decisión del cierre un trabajador cumple con la misión de mantener en funcionamiento el cajero automático de la localidad. Ayer, afirmaron, clientes del BLP se trasladaron hasta Macachín para operar allí, esto pese a la prohibición de circulación que hay entre pueblos y el carácter de «fase 1» que rige en Macachín, localidad en la que en teoría no se puede ingresar.

Alternativas.
Una de las cuestiones que enojó en Alpachiri fue la recomendación de la sucursal Macachín de «dirigirse a General Campos o Guatraché», cuando no está permitido el tránsito entre localidades.

Señalaron en la nota dirigida a Rogelio Schanton que dos personas de Alpachiri, trabajadores del BLP, viajan a diario a General Acha y General San Martín respectivamente para cumplir funciones en las sucursales de esas localidades. «Hemos propuesto al banco, varias veces, gente de la localidad para que atienda esta agencia y ni siquiera hemos recibido una respuesta», dijo Müller.

Recordó que el municipio organizó y dio comodidades a los clientes del banco cuando se reabrió la atención tras la primera fase de la cuarentena. «Fuimos tapa de LA ARENA y trascendimos por esto a nivel nacional», dijo y añadió que siguen adelante con el mantenimiento de la limpieza y desinfección del cajero automático.

Fuentes oficiosas dijeron desde la calle Pellegrini, en Santa Rosa, que la dotación de reemplazo de los aislados en Macachín está formada por gente que «va de fase 1 a fase 1. No se puede enviar personal de acá (Santa Rosa) a pueblos que están en fase 5», por lo que estiman que hasta que no cambien las condiciones sanitarias hay pocas chances de reabrir esas agencias.

En ambos lugares, los clientes del banco no solo reclaman por la imposibilidad de operar sino que se preocupan por la seguridad.