Macachin: "Lo buscamos con vida", dijo el hijo del desaparecido
El joven Adrián Gómez, hijo de Ismael Gómez, el hombre de 69 años que hace justo un mes desapareció en Macachín, habló ayer con LA ARENA sobre la situación. Reveló «la angustia por la incertidumbre...
El joven Adrián Gómez, hijo de Ismael Gómez, el hombre de 69 años que hace justo un mes desapareció en Macachín, habló ayer con LA ARENA sobre la situación. Reveló «la angustia por la incertidumbre» que soporta la familia que, a pesar del tiempo transcurrido lo «busca con vida». El muchacho es querellante en la causa caratulada como «desaparición de persona». Su abogado, Mariano Guijarro Arzuaga, dijo que «la Justicia y Policía están actuando bien, pero es increíble que no lo puedan encontrar».
Adrián tiene 40 años, hijo único y padre de un niño de 7 y una beba de 9 meses, en forma exclusiva le contó a este diario el padecimiento familiar por la situación. «Para nosotros esto es algo que está fuera de órbita, algo impensado. Es una incertidumbre tremenda, se me agotó la capacidad de imaginarme ¿qué le pasó?, ¿dónde está?», indicó.
«Es algo muy duro. Igual para mi mamá, que aunque están separados, tenían buena relación. Ella está medicada porque le subió mucho la presión por la situación. No puede entender. Nos dice: no puede ser que haya desaparecido, ¿por qué? El no le hizo nunca mal a nadie», reveló.
Una billetera.
Adrián le dio a este diario detalles de la mecánica del caso. Aseguró que en la tarde del miércoles 15 de julio, aproximadamente a las 18.30 horas, media hora después de tomar su guardia de seguridad en CIBA, lo llamó un conocido diciéndole que su nena había encontrado la billetera de mi padre, con su DNI y el carné del PAMI, en el patio de su casa que está ubicada cerca del Colegio Secundario 20 de septiembre, a dos cuadras de donde vive Gómez. «Ahí tuvimos la primera noticia que algo no andaba bien», señaló.
«Me sonó muy extraño, por eso le dije que no tocara nada y llamé a la policía. Ahí empezó todo esto. Fueron al departamento y encontraron cosas raras. La puerta estaba cerrada pero sin llave, todas las luces prendidas, la cama hecha cuando nunca la hacía, las viandas del comedor municipal del martes y miércoles estaban intactas sobre la mesa», relató Adrián Gómez.
Sin ayuda tecnológica.
La tecnología, muchas veces clave en la dilucidación de estos casos, no aportó nada. «Lo buscamos toda la noche, y como notamos la falta del celular, nos cansamos de llamar con la policía, sonó en el área de Macachín (según las pericias) hasta las 4.30 del jueves, en que se apagó. Yo fui a la casa recién el día siguiente, entramos con la División Canes cuando llegaron por la mañana», agregó.
Ahondando el misterio, las cámaras tampoco ayudan. Tanto Guijarro Arzuaga como Adrián, coinciden en que «la única imagen que tenemos es de una cámara en la calle Parodi (entre Corrientes y Santa Fe)».
Lo mismo ocurrió con los canes. «Los perros ubicaron su rastro saliendo de la casa en calle Santa Fe -casi Clement-, fueron hasta Santiago del Estero, de ahí hasta la Buenos Aires, y se pierden cerca de Clement, es decir a la vuelta de la cuadra. Lo llamativo es que es a media cuadra de donde encontraron la billetera», confirmaron.
Querellante particular.
Adrián Gómez se convirtió en querellante particular el 20 de julio. «Antes tuvimos un gran charla con el fiscal Oscar Cazenave, a cargo de la investigación, donde la familia pudo evacuar dudas. Nosotros no tenemos quejas sobre la investigación, pero es comprensible que aspiremos a tener un mejor resultado», dijo Guijarro Arzuaga.
«Estamos aportando lo que vamos recabando. Estamos en conocimiento de que el fiscal Cazenave está activando la posibilidad de recabar ayuda del sistema nacional de búsqueda de personas a través de recompensa por ‘dato certero’. Coincidamos que el tan sonado caso de Facundo José Astudillo Castro tiene connotaciones distintas, pero la esencia, la desaparición, es la misma», agregó el profesional.
Sobre el final de la charla, hubo un pedido familiar de que si alguien tiene algún dato, por mínimo que sea, lo aporte a la investigación. «Sabemos que vinieron perros para buscar personas fallecidas, pero nosotros lo seguimos buscando vivo», concluyó Adrián Gómez.