Desde el sector petrolero pampeano hicieron público un reclamo por las maniobras que están realizando algunas refinerías de combustible, lo que les permite "ganar una fortuna". En ese sentido, advirtieron que hay "un mercado paralelo" y que es necesaria la intervención del Gobierno nacional.

El director por la oposición de Pampetrol, Hugo Pérez, señaló que "es una vergüenza lo que está ocurriendo con el combustible". A su vez, reveló que se creó un "mercado paralelo" donde empresas privadas suministran poco combustible a sus estaciones de servicio y el resto lo venden al mercado mayorista a un precio muy superior. "Ganan fortunas", remarcó.

La situación es seguida de cerca por el integrante de la petrolera estatal Pampetrol Sapem. Según comentó en diálogo con LA ARENA, el barril de petróleo está "pisado en 54 dólares" y las refinerías "no nos pagan más que eso".

A raíz de esto, algunas empresas privadas comenzaron a implementar una maniobra para obtener ganancias. La misma, explicó, sería la siguiente: "Refinan y a sus estaciones de servicio de bandera, que es el precio barato que la gente ve en las pizarras de la ciudad, les mandan el 30 % de lo que producen. Las tienen sin combustibles".

El resto de lo refinado "lo venden al mercado mayorista a 150 o 160 pesos", cuando en la pizarra el precio por litro no supera los 112 pesos. "Están haciendo un dineral", remarcó. Esta situación tiene su impacto en Pampetrol, debido a que la firma entra "en el segmento de las mayoristas".

Barato, y caro.

El dirigente indicó que las refinerías tienen a sus estaciones de servicio "sin combustible porque no les conviene venderlo y competir con YPF". En cambio, lo hacen en el mercado mayorista y obtienen un porcentaje de ganancia superior que llega al 50 %, "sobre todo en el gasoil".

"Están comprando muy barato el petróleo, a 54 dólares el barril, y venden el combustible a otros valores en un mercado paralelo. Es como con el dólar". En esa línea, explicó que antes la situación era distinta. "pasaban un 50 % a sus estaciones de bandera, y ahora es el 30 %. A las de bandera las tienen con poco combustible, salvo YPF".

"Es mucho lo que están ganando las refinerías, porque están comprando muy barato el barril de petróleo cuando en el mundo vale 100 o 120 dólares, y están vendiendo el combustible un 50 % más caro a las mayoristas", enfatizó.

Presión.

Esta maniobra es considerada "un impuesto adicional al sector productivo", particularmente al campo. "En las ciudades tenés de bandera y podés cargar con tu auto o camioneta a precio oficial. Pero en los pueblos no baja de 170 pesos el gasoil común. Para el campo, tenés que cargar y pagar esa suma, sino no conseguís combustibles", señaló.

La necesidad de hacer pública esta situación es porque observan inacción por parte del Gobierno nacional. "Mira para otro lado", se quejó Pérez y advirtió que "estos mercados y estas formas vienen para quedarse". Por estos motivos, consideró necesario ponerle un freno a través de norma legal, como una ley o un decreto.

El órgano de control es la Secretaría de Energía de la Nación, pero "hace la vista gorda". Una de las soluciones esgrimidas por el dirigente es "aumentan un poco el 'oficial', que haya un solo precio y sancionar a las refinerías".

"Antes controlaban las facturas para ver a cuánto vendían", recordó Pérez. En el mercado son "seis o siete las refinerías, y cuatro son las más importantes". El director de Pampetrol insistió en que una posible salida sería "dejar subir el precio y buscar un promedio".