En Doblas, las consecuencias del devastador viento que azotó en la tarde del pasado 20 de diciembre todavía se notan. La cooperativa de servicios públicos, Cosedo, continúa trabajando a destajo en la zona rural y el personal de redes no ha parado desde entonces, salvo en la jornada del 1 de enero, confirmó el presidente Jorge Páez.

El dirigente dijo que para la entidad las pérdidas son cuantiosas, aunque aún no han podido mensurarlas dado que aún siguen trabajando en reponer el servicio eléctrico en varios campos de la zona.

El fenómeno climático se registró en la tarde del miércoles 20 y abarcó una importante franja ubicada al sur de la localidad, que apenas fue tocada por la tormenta. "Hubiese sido una verdadera tragedia si llega al casco urbano", dijo Páez y lo aventuró en base "a la destrucción que dejó por donde pasó, una cosa es decirlo y otra ver como quedó todo y las pérdidas que provocó", sostuvo.

En lo que respecta a las estructuras de líneas eléctricas, Páez relató que "no hemos contado la cantidad de postes caídos, pero digo que nos hemos quedado sin materiales como aisladores, crucetas, cables y otros insumos. Estamos en algunos casos poniendo postes de menor altura porque no nos quedan".

Recursos.

Indicó que "estamos buscando recursos de donde no tenemos, porque por desgracia en la situación ajustada que estamos las cooperativas chicas no nos da para tener muchos ahorros" y por otro lado celebró "la gran predisposición que han tenido nuestros trabajadores. Desde ese día "están desde las 6 de la mañana, todo el día hasta que hay luz solar y sólo pararon el 1 de enero".

Además de los daños en líneas rurales, en su feroz derrotero el viento afectó de manera importante las dos líneas troncales que desde Macachín abastecen a la localidad y a la zona rural. Se vieron dañadas la línea principal de 33 kv de la Administración Provincial de Energía y la de 13,2 de la Cosedo que se utiliza para llegar a los campos y como alternativa a la principal en casos de emergencia. "Son tendidos paralelos donde el viento provocó la caída de árboles y ramas que destruyeron bastante, incluso postes de cemento. Sólo en la de 13,2 destruyó 30 columnas".

Daños.

También rompió "el tendido troncal de fibra óptica que va por esa postación, pero todos los servicios ya están funcionando otra vez y sólo nos resta terminar con un par de campos privados".

Contó que "en la zona rural hubo serios daños, algunos irreparables", mencionado entre ellos "una plantación de 260 cipreses de la que quedaron en pie no más de 15. Y así en muchos casos, plantas de más de 50 años además de techos completos y molinos. En una estancia destruyó 12 molinos y en otra 4, lo que da una idea aproximada de la magnitud. Por eso digo, que si pasa por el pueblo estaríamos lamentando consecuencias muy graves".