Col. Santa Maria: El equipo que se preparó durante 10 años para ascender
La Colonia Santa María celebra, desde el domingo, el histórico ascenso a la Primera División de la Liga Cultural de fútbol logrado por el Club El Pampero. La victoria por penales ante Deportivo...
La Colonia Santa María celebra, desde el domingo, el histórico ascenso a la Primera División de la Liga Cultural de fútbol logrado por el Club El Pampero. La victoria por penales ante Deportivo Uriburu en la Promoción desató una fiesta con anfitriones e invitados, pero que disfrutan especialmente los 300 habitantes del pueblo.
Los festejos post ascenso en la cancha del Canario, la caravana de regreso a la localidad, el paseo del plantel en un camión recorriendo la coqueta avenida principal y el emotivo reencuentro en plena cancha no hicieron más que acentuar el sentimiento de orgullo y de pertenencia que el equipo tiene con la gente y que el pueblo tiene con el club. Una institución que apostó a los suyos, manteniendo por más de una década una base propia que, al cabo de tropiezos y satisfacciones, les posibilitó concretar el sueño.
Uno de los pilares fundamentales de la gesta de La Colonia fue Facundo Aschemacher, capitán y estratega del equipo, que con 24 años ya es un "veterano" del plantel, con diez años defendiendo los mismos colores en busca de un objetivo que finalmente alcanzaron. Y junto a él sus tres hermanos y el grupo de chicos nacidos y criados en el pueblo, que hace una década armaron una base y pasaron por la Liga Municipal y por la B culturalista, antes de lograr el ascenso.
"Lo más lindo que hay es representar a tu pueblo y llevar a tu pueblo a conseguir cosas", resumió el capitán, tentado en varias oportunidades para jugar en otros equipos y en torneos de mayor relevancia, pero siempre defendiendo los colores rojo y blanco de La Colonia.
Historia y pertenencia.
"Vivimos un momento histórico para el club y para el pueblo. Uno festeja, pero no es consciente de lo que logró porque pasó todo muy rápido", reflexionó Facundo Aschemacher, hermano de Gastón, Marcos y Sebastián, otras tres columnas del equipo y presentes el domingo en cancha para lograr el ascenso.
"Imaginate que en La Colonia se había dejado de jugar por muchos años y en 2013 se decidió armar un equipo para jugar en la Liga Municipal. Se arrancó a trabajar, fue todo muy rápido, y en los últimos años pasamos de la Municipal a la B y de la B a la A. Ni nosotros lo podemos creer", señaló Facundo, que al igual que sus hermanos y la mayoría de los chicos del pueblo hizo las formativas en Alpachiri, porque en la localidad no había inferiores.
"Arranqué con 14 años a jugar en la Liga Municipal en 2015. Estaba en las inferiores en Alpachiri, pero cuando tuve edad para jugar en la Liga Municipal las dejé, porque uno siempre quiere jugar para el pueblo. Y desde ahí me quedé siempre", recordó.
Y añadió: "Alpachiri siempre nos abrió las puertas, a mi desde los 6 años, a mis hermanos y a todos, porque en el pueblo nunca hubo inferiores. Incluso cuando empezamos a jugar la Municipal, cada vez que terminaba nos íbamos a jugar con Alpachiri (jugó allí el Provincial 2022). Pero siempre estábamos cada año para jugar la Liga Municipal con La Colonia. Una vez que arranqué con el pueblo, no me fui más".
Papá y el salto.
Los cuatro hermanos Aschemacher futbolistas son hijos de Carlos Aschemacher, presidente de la Comisión de Fomento de la Colonia Santa María y también pieza importante para mantener la base y la organización del equipo que terminó ascendiendo.
"Yo fui el de la iniciativa de entrar en la B de la Liga Cultural cuando estábamos jugando la Liga Municipal, porque sentía que teníamos nivel", reveló Facundo. "Entonces lo hablé en su momento con mi viejo (el intendente) y él me decía que para entrar en la B primero teníamos que ganar la Municipal, que no podíamos irnos sin ganarla", agregó.
"Tuvimos tres finales en las que no se nos dio (perdieron las definiciones en 2016, 2017 y 2019), hasta que un día se nos dio el campeonato ante Vértiz (en 2022). Y al otro día le dije a mi viejo: 'Bueno, ya la ganamos, ahora tenemos que ir por más'. Hablamos con el presidente del club, hicimos una reunión, invitamos a la gente a sumarse y arrancó todo", continuó el relato sobre lo que fue el proceso de vuelta a la Liga Cultural luego de casi tres décadas.
Y confió: "Muchos me decían que estaba loco, que era mucho para el pueblo, que íbamos a fundir al club... Pero siempre confié que se podía, al menos jugar la B. Aunque si me preguntás si pensaba llegar a la A, ya es algo que va más allá. Y menos en dos años...".
La gente y la base.
"En el pueblo la gente se porta muy bien, nos acompaña y ayuda un montón. Y los mismos jugadores también, porque somos los que vamos a marcar la cancha y en mi caso estoy metido también en la comisión del club. Al ser tan poca gente se hace difícil para afrontar los gastos o para trabajar el mismo día del partido, y por eso necesitamos el apoyo de todos. Y por suerte lo tenemos", explicó Facundo Aschemacher al referirse a cómo el pueblo aporta desde hace años su granito de arena para que hoy se viva esta realidad.
"Además -continuó- en el pueblo somos todos conocidos, familiares. Salís a la calle, te conocés con todos y charlás de fútbol, del equipo. Y en este tiempo no se hablaba de otro tema. Por eso nos pone muy contentos por nosotros y por la gente del pueblo".
- Además lo lograste con tus hermanos y con la mayoría de jugadores del pueblo...
- Lo más lindo que hay es representar a tu pueblo y llevar a tu pueblo a obtener cosas. Hay un montón de jugadores con nivel para jugar en otro lado, a mí un montón de veces me han ofrecido ir a jugar a otro lugar, pero nos quedamos, porque cuando lo lográs para tu pueblo tiene un condimento especial. En la final estábamos los cuatro hermanos jugando juntos, con nuestros padres que nos siguen, con familiares, y el resto son mis amigos de siempre. Todas la vida jugando juntos, desde las inferiores en Alpachiri hasta hoy. Sentimos la camiseta, el escudo, y queríamos llevar a nuestro pueblo a lo más alto.
- ¿Esa fue la clave del ascenso? ¿La base?
- Sí, la base es la clave; jugar juntos y conocernos. Tenemos una base armada de 10 o 12 jugadores y completamos con chicos que vienen de otros pueblos y se acoplan muy bien. Desde 2015 hay más de diez jugadores que jugamos los diez años juntos. Los cuatro hermanos, por ejemplo, jugamos juntos todos estos años. La mayoría de los equipos cambian mucho de jugadores cada año; si ves una foto de un año y de otro, quedan dos o tres jugadores. En cambio, en nuestro caso podés buscar una foto de 2016, y hoy ves que la mayoría de las caras son las mismas. Esa continuidad y pertenencia te hacen mejor.
Por más.
Facundo Aschemacher tiene 24 años, es abogado y escribano y trabaja en una escribanía de Santa Rosa de lunes a miércoles. "Los jueves me voy al pueblo porque con mis hermanos atendemos toda la actividad del campo, que es de mi viejo, así que combino los dos trabajos con el fútbol y el club", explicó el capitán del ascenso.
"Lo más complicado para el plantel es la logística. Tenemos chicos de Santa Rosa y de Acha en el plantel y no podemos entrenar todos juntos con los del pueblo. Solo los jueves nos juntamos todos a entrenar, pero el resto de los días cada uno entrena por separado", grafica sobre las dificultades que se repiten en muchos equipos de pueblo que completan sus planteles con jugadores de otras localidades.
Desde el 25 de agosto, El Pampero jugará la Copa de la Liga Cultural, en lo que serán sus primeros roces con equipos de Primera División, ya de cara al Oficial 2025 que lo tendrá como protagonista, enfrentando a All Boys, Atlético Santa Rosa o General Belgrano, entre otros históricos. "Vamos a ver qué pasa. Hasta ahora teníamos toda la cabeza puesta en lo que pasó. No movimos con refuerzos porque estábamos pensando en la posibilidad del ascenso. Recién ahora nos vamos a poner a pensar en la Copa de la Liga. Se viene una nueva etapa que será muy linda", concluyó.