Personal de la comisaría de Miguel Riglos y del destacamento de Cereales sorprendió a cuatro furtivos, entre ellos un menor de edad, que salían de un predio rural ubicado sobre la ruta provincial 14.

Se les labró una acta de infracción debido a que practicaban la caza sin permiso habilitante, sin autorización del dueño de campo y tampoco tenían la documentación de los perros que los acompañaban. Además, se les inició una causa por violar la cuarentena.

Fuentes policiales dijeron a este diario que el martes, cerca de las 11.20, dos patrullas interceptaron a la vera de la ruta 14, a la altura del kilómetro 56, a un Renault Clio que era conducido por un santarroseño de 47 años.

Al ser consultado por los efectivos dijo que había recibo un llamado de cazadores a quien debía pasar a buscar en la zona de Cereales. Al no contar con el permiso para la circulación ante las medidas dispuestas por la pandemia del Covid-19, se le inició una causa judicial por infracción al artículo 205 del Código Penal.

A los pocos minutos, a las 11.25, los uniformados observaron a los cuatro furtivos, dos de ellos de Toay y los restantes (uno de ellos menor de edad) de General Pico. Andaban con cuatro perros y tres cuchillos (fueron secuestrados) y salían del interior de un campo ubicado a la altura del kilómetro 60 de la ruta 14. Sin embargo, estos cazadores no eran los que tenía que pasar a buscar el santarroseño, con lo cual se presume que los otros furtivos huyeron al ver los patrulleros.

A estos, además de la causa judicial por el 205, se les labró un acta de infracción a la ley 1194, con intervención de la Dirección de Recursos Naturales de la provincia.